¿Invernaje? qué embarcación quieres tener el próximo verano
Es muy habitual que durante los meses de invierno los barcos permanezcan la mayor parte del tiempo amarrados, teniendo que afrontar unas condiciones atmosféricas que en ocasiones son muy duras y causan graves daños si no se toman las medidas adecuadas.
La mayoría de patrones y armadores son conscientes de ello, y planifican el invernaje de su embarcación para evitar que éstas se deterioren.
Pero se puede ir un poco más allá y aprovechar este tiempo, no sólo para evitar que la embarcación se deteriore, sino para conseguir volver a navegar en mejores condiciones que el verano anterior.
La electricidad y la electrónica náutica, las grandes olvidadas
Cuando se piensa en invernaje, todo el mundo visualiza lonas y protecciones para el casco, pero pocos se detienen a pensar en la electricidad y la electrónica, que se ven muy afectados por los largos periodos de inactividad.
Por eso, dentro de la lista de tareas a ralizar en un buen invernaje no deberían faltar la comprobación del estado de carga de las baterías, y su recarga o sustitución si fuera necesario, el estado de conexiones y cableado, indicadores, equipos electrónicos como radares, aparatos de navegación, instrumentación, piloto automatico, bombas de achique y cualquier elemento electrónico que quizá no haya sido utilizado recientemente y en cuyo buen funcionamiento se confíe sin haber realizado una mínima comprobación.
Algunos patrones optan por dejar los aparatos electrónicos conectados, a fin de que su temperatura de funcionamiento minimice los efectos de la humedad. En este caso es preferible utilizar paneles solares o aerogeneradores, ya que la conexión a la toma de corriente del amarre puede acelerar la corrosión galvánica.
El invernaje es un momento idóneo para mejorar tu embarcación, de forma que cuando vuelvas a salir a navegar con frecuencia lo hagas incluso en mejores condiciones. Puedes aprovecar estos meses “más tranquilos” para familiarizarte con nuevo equipamiento electrónico, realizaractualizaciones de software de su equipamiento, o adquirir e instalar nuevas cartas náuticas.
En definitiva, hay que tener presente que las condiciones en que naveguemos el próximo verano dependen mucho de lo que hagamos este invierno.
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